En 1961, Francisco Buiza Fernández, tras restaurar al Cristo de la Yedra, talló la imagen de Ntra. Sra. de la Caridad, dolorosa de estilo sevillano, dibujada y modelada con habilidad y certeza, presentando el óvalo del rostro muy afilado, el entrecejo levemente fruncido, grandes y llorosos ojos, nariz rotunda y clásica y labios carnosos entreabiertos. Por sus tersas mejillas se deslizan las lágrimas cristalinas, y unas largas pestañas, de pelo natural, matizan su ensimismado mirar. El cuello, bien anatomizado, se inclina dulcemente hacia la derecha.
La policromía, de ricos matices refuerza la expresión plástica de la mascarilla. Sus manos abiertas, al gusto sevillano, rivalizan en expresividad con el rostro en ellas exhibe un pañuelo y el rosario. Y sobre el pecho, como es habitual, en el atuendo de las dolorosas nos encontramos un aureo puñal que traspasa su corazón materno. Se trata de una clara alusión a los siete dolores que fueron taladrando su alma en la profecía del Santo Simeón en la huida a Egipto, en la pérdida de Jesús en el Tempo, en la Calle de la Amargura, en la Crucifixión, en el descendimiento y en la sepultura de Cristo.
Durante los primeros días del año 2002, se llevó a cabo la restauración de la Sagrada Imagen en las propias instalaciones de la Iglesia de Santa Ana por el imaginero ecijano Rafael Amadeo Rojas. Dicha intervención consistió en la reducción y consolidación de una grieta que tenía la imagen en el lado derecho del cuello, así como la restauración del pelo, cuerpo, brazos y las manos de la Dolorosa, las cuales sufrían deterioro en algunos dedos. Igualmente, se cambió el candelero que soporta el cuerpo de la Virgen, el cual se encontraba en mal estado y un poco inestable, instalándose uno de más volumen por su parte inferior, lo que hace que la imagen luzca más las sayas, evitando así el efecto de estrechez que se apreciaba a la vista.
Finalizada la Semana Santa de 2022 y al ser despojada la Virgen de su vestimenta, se observó que una fisura que tenía en el cuello, y que durante muchos años no se había movido, parecía haberse hecho más gruesa, por lo que se encargó un estudio sobre el estado de la imagen a Agustín Martín de Soto, quedando patente que la sagrada imagen presentaba varias aperturas en el ensamble, siendo la más preocupante la del cuello, presentando también deficiencias el sistema de articulación de los brazos y en la capa pictórica con zonas levantadas y cuarteadas, por lo que se hacía inevitable una actuación global de resane y limpieza con especial atención a las manos.
Por ello, tras aprobación del Cabildo de Hermanos, se traslado la imagen de Ntra. Sra. de la Caridad en julio de 2022 al taller de G.R.S. «Conservación y Restauración de Obras de Arte” en la calle Santa Ángela de la Cruz de Sevilla, donde se llevó a cabo la restauración por los técnicos especialistas en conservación y restauración Agustín Martín de Soto y Antonio Gamero Osuna, regresando dos meses después en septiembre 2022 pocos días antes de su Triduo.
